Era un día de poco trabajo , estábamos en primavera y las fiestas de la comunidad se nos echaban encima , como era de esperar la mayoría de la gente se había cogido los días para disfrutar con las familias.
Aprovechando la situación me dispuse a crear una cuenta nueva con un perfil falso para hablar con Leo , pero no quería poner ninguna foto por miedo a que idealizara a esa persona y se enamorara de ella.
Después de un largo rato mirando a una pantalla en blanco sin éxito ninguno apareció Valentina.
- ¿ Que haces nena? - Me preguntó con interés acercándose a la pantalla.
- Pues la verdad que nada , intentaba crear una nueva cuenta , pero no se qué poner , ya que no quiero ser ni demasiado "buscona " , ni demasiado" sosa".- Le dije con desgana y totalmente perdida.
-¡ Déjame a mi cari que estas cosas me encantan!- Contestó con entusiasmo mientras cogía otra silla y me apartaba del ordenador.
Empezó a teclear con una soltura que sorprendía y de vez en cuando soltaba alguna que otra "risita". Después de veinte minutos terminó. -Ya está cari a ver que te parece.-
Leí con atención , me parecía demasiado atrevido y muchas cosas no tenía nada que ver conmigo.
- No se Valen... ¿ Tú crees que picará? Por cierto eres , demasiado experta en estos temas ¿no?- Pregunté intrigada a la vez que divertida.
Soltó una carcajada maliciosa a lo "Cruela Devil" y echándome una mirada felina contestó -¡ Pues claro cari! ¿Dónde te crees que conozco a tanta gente? Pero nunca digo mi nombre por si sale rana. Y respecto al mensaje... da igual que no te guste porque ya lo he enviado.-
-¡¿Queeeee?! - Solté tal grito que los compañeros de alrededor se asomaron a ver que pasaba , avergonzada saludé con una sonrisa y me escondí tras mi cubículo. Empezamos a discutir en voz baja cómo dos quinceañeras hasta que el sonido de "tienes un mensaje" hizo que parásemos. Nos quedamos quietas unos segundos hasta que nos empezamos a pelear para ver quien conseguía coger el ratón.
- ¡Quita hombre! Uuufff ¿Lo abro?- Le respondí nerviosa.
-¡ Pues claro ! No seas tonta para eso lo hemos hecho- Valen estaba más excitada que yo.
Lo leímos en silencio , nos agarramos las manos , empezamos a gritar como dos adolescentes y de nuevo los compañeros miraron para ver que pasaba. Las dos nos echamos a reir.
Al cabo de los días el escribirnos era casi rutinario , deseaba que llegara la noche para quedarme hablando con él hasta altas horas de la noche. Al no vernos , tenía la ventaja de recordar por qué me enamoré de él y conocerle más profundamente. Una vez a la semana le mandaba una rosa o bombones al trabajo y desde lejos observaba la reacción que tenía pero seguía sin saber si tenía pareja.
Después de un mes se convirtió en algo habitual y todos los días miraba el correo hasta que un día me contestó una protectora para tener una entrevista.
-¿ No crees que va siendo hora de quedar con Leo y decirle la verdad?- Sócrates estaba a mi lado leyendo el correo y se sentado a mi lado prosiguió con su discurso. - Ya sabes todo lo que necesitas , pero él también necesita saber de quién se está enamorando , no para de insistir en quedar y tu sólo le das esquivas , al final se acabará cansando. Por cierto ¿Vas a quedar con la protectora?.-
Miré al gato pensativa , sabía que tenía razón pero todavía no había reunido el valor suficiente para dar la cara , aún me sentía avergonzada por la forma en que le dejé plantado al confesar sus sentimientos.
-Niña cobarde , ¿ Por qué no te das un plazo? Queda con él al final de mes así te obligas a afrontar el problema y de alguna manera te fuerzas a poner un medio. Recuerda... hay que construir puentes.- Nietzsche también se había acercado a cotillear. Me sentía un poco presionada pero tenían razón.
Le mandé un mensaje de buenas noches y le dije que en dos semanas tendríamos nuestra cita que llevaría una rosa roja para que pudiera reconocerme. Más adelante le diría hora y lugar.
Al día siguiente quedé con la protectora , poco a poco me fui uniendo a sus actividades y formando parte de ella. Trataba con muchos animales y se convirtió en una terapia para mí , los largos paseos en silencio y las charlas con ellos me hacían sentir de una manera totalmente diferente por suerte éstos no me contestaban y eso era un alivio , no querría hablar con todo bicho viviente y me sentía especial por tener unas mascotas parlantes.
La fecha se acercaba y yo cada vez me sentía más nerviosa , los días pasaban raudos y la cita no estaba concretada. Valentina no paraba de informarme y mirar modelitos para la cita , estaba ella más excitada que yo con todo esto , como iba ella a desaprovechar una oportunidad para convertir a su amiga la sosa en una divina.
Quedaban tres días , era la recta final y algo en mí había cambiado , me sentía confiada incluso feliz porque sabía que para bien o para mal una etapa de mi vida iba a terminar.
Hoy Leo iba a encontrarse una precisa invitación con la hora y el lugar exacto y como no , con el objeto que nos identificaría a cada uno. Valen se encargó de que nadie más viera la carta y sobre todo asegurarse de que la leyera. Al día siguiente era fiesta por lo que podía aprovechar ese viernes para ultimar los preparativos y sobre todo para meditar y tener una conversación con mis animales.
Al llegar la noche esperé con impaciencia la confirmación de la cita pero Leo no se conectó , agotada y cansada de esperar me fui a la cama , estaba preocupada era la primera vez en mes y medio que no se conectaba pero por suerte había aprendido a no quitarme horas de sueño por cosas que yo no podía dar respuesta.
El viernes decidí desconectar de todo así que me fui a la protectora y estar con lo animales , quienes mejor que ellos para dar un amor incondicional sin pedir nada a cambio y en esos momentos era lo que más necesitaba , ellos también sabían lo de la cita y aunque no supieran hablar sabían perfectamente como me sentía , había aprendido a crear un vínculo con ellos , sobraban las palabras y me transmitían lo que muchas personas eran incapaces de entender.
Por la tarde llamé a Valen para quedar el sábado por la mañana y que me arreglara para la cita , al llegar la noche me quedé conectada hasta tarde pero seguía sin tener respuestas de Leo... El miedo comenzaba a invadirme pero tenía que ser fuerte y tener fe , los gatos no habían abierto la boca en ningún momento sabían que mañana era la " gran prueba" y esas emociones que me invadían eran pequeños muros que debía derribar.